miércoles, 4 de febrero de 2009

Astillero. Julio Hernández. La Jornada

Astillero
Julio Hernández López Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
martes 3 de febrero de 2009
■ Canales de provocación
■ Televisoras tramposas
Televisa y Televisión Azteca siguen creyendo que México es un menor de edad al que se puede manipular mediante trampas burdas que afecten sus golosinas visuales. Convertidas en el verdadero poder nacional, creadoras de presuntos triunfadores electorales y censoras de personajes que osan enfrentárseles, las dos principales empresas concesionarias del negocio de la televisión urdieron un plan infantil para tratar de confrontar al gran público seguidor de espectáculos deportivos con los ordenamientos legales a partir de los cuales el Instituto Federal Electoral instruyó la inserción de pautas publicitarias relacionadas con los próximos comicios.
Con dolo y de manera conjunta, los dos principales escaparates de los asuntos públicos nacionales interrumpieron la transmisión de encuentros de futbol soccer y americano (en este caso el muy esperado juego final del torneo estadunidense) para acomodar en paquete la propaganda correspondiente a los fines generales del propio IFE y a los específicos de los partidos con registro legal. Nada obligaba a que fuesen encajados esos mensajes políticos en momentos de continuidad tan necesaria para los seguidores de ciertas prácticas deportivas profesionales, pero de manera provocadora los programadores de las empresas propiedad de Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas los incrustaron, a sabiendas de la inmediata y vehemente protesta de quienes consideraron una invasión ofensiva la suspensión de las transmisiones en vivo para dar paso a material político que, para mayor agravio a los televidentes, fue suministrado en bloques que consumieron largos minutos sustraídos al desarrollo deportivo en curso.
La pretensión de volcar a la opinión pública contra esa propaganda es un intento de demostrar fuerza a quienes realizaron reformas legales que obligan a esos medios a transmitir gratuitamente videos de autoridades y partidos cuando en anteriores comicios significaron fuente de inmensas ganancias. Sería un exceso hablar de un intento de golpe televisivo, pero sí es posible hablar de un acto doloso conjunto que, de no ser castigado ejemplarmente, abrirá el camino a posteriores retos, infracciones y superposiciones de la mediocracia engallada. Dado que buena parte de las tretas infantiloides de las televisoras se produjeron en medio de partidos de balompié, conviene recordar que en esos juegos suele castigarse a quienes fingen caídas o agresiones para tratar de engañar al árbitro y hacerle tomar decisiones injustas. En este caso, los funcionarios o accionistas que planearon las provocaciones de Televisa y Televisión Azteca lo que se merecen es mucho más que una simple tarjeta amarilla.
Astillero
Julio Hernández López Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
miércoles 4 de febrero de 2009
■ Atípicos SA
■ Autoridades bonsái
Devaluado de origen y sabidamente pequeño de talla política para enfrentar los rudos comicios venideros, el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) tiene una oportunidad de reivindicación y crecimiento en el escándalo de los espots dolosamente transmitidos en irritante paquete por las rejegas televisoras unidas. Si el IFE bonsái, y su presidente V (¡ah!) Zurita, no son capaces de demostrar sapiencia y mando para doblegar al gigante mediático bicéfalo, entonces a nadie deberá sorprender que el proceso comicial en curso transcurra bajo explícita e impune conducción de los poderes de facto a los que las autoridades electorales prestarán dócil marco de mera convalidación práctica.
Nada hace suponer, sin embargo, que los consejeros del citado ife (realmente debe ir con minúsculas) estén en condiciones de oponerse a las maniobras marrulleras del poder televisivo que va en campaña contra los espots institucionales que si hubiesen sido pagados habrían encontrado inmejorable colocación y ánimo sonriente. Ayer mismo, el sucesor de Luis Carlos Ugalde hizo saber que lo hecho por Televisa y Televisión Azteca son conductas “atípicas” que deberán ser analizadas por un comité de radio y televisión para ver si más delante se toman algunas decisiones en torno al tema (eso sí, hubo un enérgico e implacable ultimátum de esa instancia del IFE para que quienes violentaron su normatividad expliquen en 24 horas sus razones). Esa postura timorata de quien más ofendido debería estar por el grave maltrato tendencioso que se dio a material e instrucciones del IFE, fue reproducida por el abogado de las ricas causas de la nación, el dieguista Fernando Gómez Mont, que hizo anunciar la instalación de “mesas de trabajo” para tratar de que “concilien posiciones” tanto uno de los elementos del poder electoral, el IFE, como las dos principales entidades del poder televisivo constituido. Cual si fuesen partes iguales, cual si el instituto no fuese una entidad pública y privado el duopolio mediático, el bufete de ricos actualmente apoderado de Bucareli pretende sentar en igualdad de circunstancias a ambas partes.






























Del Chamuco y Sacatraposmenos