Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto
31 de enero de 2009
PRI: la tríada que manda
El juego de poder en el PRI, en plena definición de candidaturas para las elecciones de julio próximo, está centrado en tres figuras que encabezan, junto con líderes de sectores, gobernadores y organismos, el reparto de posiciones y la distribución de los nuevos espacios que, según la mayoría de encuestas, logrará el priísmo en la renovación de la Cámara de Diputados. Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones y Enrique Peña Nieto conforman esa tríada que, cada uno con su propia estrategia y jugando su ajedrez futurista, está definiendo las cosas en el viejo partido.
Sin definirse aún las candidaturas de mayoría y con el riesgo latente de divisiones e inconformidades, el golpeteo mayor se dará por las codiciadas y comodinas diputaciones plurinominales. Los cálculos internos del PRI dicen que podrían meter a San Lázaro hasta 55 diputados de representación proporcional, partiendo de que ganarán 200 distritos en las votaciones de mayoría. De ser así, el número resulta claramente insuficiente para la cantidad de aspirantes y tiradores que buscan asegurarse una curul por la vía pluri. Y ahí es donde la tensión aumenta ante lo escaso e insuficiente de los espacios.
Beatriz hace su juego y busca colocar a la mayoría de sus colaboradores cercanos en los primeros sitios de cada circunscripción. Las estimaciones dicen que entrarán sólo los 10 u 11 primeros de las listas, y la lideresa nacional quiere colocar la mayoría de piezas para poder realizar su estrategia, consistente en llegar ella como diputada, colocar en la coordinación parlamentaria a un incondicional suyo, y de esa manera controlar la bancada priísta sin tener que renunciar a la presidencia nacional del PRI.
Para hacer contrapeso a Paredes, Peña Nieto y Manlio, los otros dos factores de poder, se han aliado. Y a pesar de que cada uno trae sus candidatos, su pacto busca evitar que Beatriz se quede con todo: coordinación legislativa, partido, diputación y control de la bancada. A favor de esta alianza juega el nivel de muchos de los aspirantes que entrarán en las listas plurinominales y de los cuales varios tienen intenciones de ser coordinadores. Enrique Jackson, por ejemplo, ya busca abiertamente ser líder de la bancada y ya empezó incluso a llamar a los candidatos priístas y a hacer un adelantado proselitismo en pos de ese cargo.
Pero hay también varios ex gobernadores que podrían disputarle a Beatriz y a su grupo esa coordinación: lo mismo el apuntado Emilio Chuayffet que Manuel Ángel Núñez Soto, Tomás Yarrington —si lo deja llegar finalmente el gobernador Eugenio Hernández—, o varios más que tendrían el perfil para buscar ser coordinadores.
El caso de Chuayffet podría ser un dolor de cabeza para el gobernador Peña Nieto, quien al parecer no está muy contento con la eventual postulación del mexiquense. Y aunque el ex secretario de Gobernación dice, vehemente como es, que “yo voy a ser diputado, voy a ganar mi distrito y volveré a ser coordinador”, aún está por verse si el gobernador, en su alianza con Beltrones y sabedor del fuerte pleito que el sonorense tiene con Chuayffet, no decide frenar a Emilio.
En el afán de romperle a Beatriz su estrategia de control, Manlio y Peña buscaron incluso a
Roberto Madrazo, a quien pidieron que se apuntara como candidato y le ofrecieron el apoyo para garantizarle una curul. Necesitamos, le pedían al tabasqueño, que nos ayudes a equilibrar las cosas en la bancada para que Beatriz no se quede con todo. Madrazo se tomó un tiempo para pensarlo y, según dicen cercanos suyos, les respondió al senador y al gobernador mexiquense que no tenía intenciones de volver al Congreso. “Yo ya terminé”, comentó Madrazo a sus allegados.
Pero si bien el jaloneo principal está entre esa tríada que se dividió en dos bloques, también hay otros factores de poder que reclaman sus espacios. Los gobernadores están pidiendo al menos tres de los 10 lugares primeros en las listas. Además están los sectores y organizaciones priístas, a los que se les están garantizando los primeros tres o cuatro lugares de los listados plurinominales.
Así que un simple cálculo aritmético confirma que los espacios no serán suficientes para los grupos priístas y necesariamente la tensión crecerá, aunque hasta ahora los
priístas siguen siendo capaces de procesar soterradamente el golpeteo interno que, conforme se acerque el mes de marzo y tengan que terminarse las listas de los pluris, subirá de nivel y pondrá a prueba la cacareada y cuidada “unidad del PRI”.
NOTAS INDISCRETAS... Mal momento parece haber escogido Elba Esther Gordillo para presionar al presidente Calderón con un exigente pliego petitorio. En medio de una crisis económica y con todas las tensiones que eso significa, la maestra lanzó casi un emplazamiento a Los Pinos para que cumplan las peticiones de su gremio o amaga con desquiciar al país si no se cumplen sus caprichos. El problema es que Gordillo quiere el oro y el moro: 90 días de aguinaldo para los maestros, dinero para créditos y bonos extraordinarios son otras de las exigencias de Elba en el pliego que entregó al gobierno calderonista. El problema es que la maestra no acaba aún de salir de sus escandalosos despilfarros, por el asunto de las Hummer que regaló a los dirigentes sindicales y después tuvo que inventar una rifa al ser exhibida su generosidad caciquil. ¿Para eso quiere más recursos?, se preguntan ya en Los Pinos. Para colmo, su liderazgo se ve desde hace rato tocado dentro del SNTE, al grado de que no pudo remover, cuando lo intentó, al profesor Rafael Ochoa, que hoy tiene la lealtad de la mayoría de las secciones. Sus hijas y su yerno, Fernando González, tampoco pudieron tomar el control del sindicato y varios de sus ahijados políticos se le han rebelado, como Jorge Kahwagi, que se negó a acatar su orden de dejar la presidencia del Panal. Del caso de Francisco Yáñez aún habrá que ver, porque si bien la maestra parece decidida a aplastar al ex director de la Lotería, y ya le tiró su nombramiento como representante de Nafin en Washington, además de que le prepara una denuncia penal para rematarlo, no hay que olvidar que si alguien conoce los turbios y opacos manejos financieros de los millones de pesos que se mueven en el liderazgo vitalicio de Gordillo, ese es el defenestrado Yáñez. Así que ya se verá si Calderón vuelve a ceder a las presiones de la maestra que, otra vez, demuestra que la educación es lo que menos importa, cuando se trata de conservar privilegios y recursos de su liderazgo… Escalera doble para el primer puente del año. Dados al cajón.
PRI: la tríada que manda
El juego de poder en el PRI, en plena definición de candidaturas para las elecciones de julio próximo, está centrado en tres figuras que encabezan, junto con líderes de sectores, gobernadores y organismos, el reparto de posiciones y la distribución de los nuevos espacios que, según la mayoría de encuestas, logrará el priísmo en la renovación de la Cámara de Diputados. Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones y Enrique Peña Nieto conforman esa tríada que, cada uno con su propia estrategia y jugando su ajedrez futurista, está definiendo las cosas en el viejo partido.
Sin definirse aún las candidaturas de mayoría y con el riesgo latente de divisiones e inconformidades, el golpeteo mayor se dará por las codiciadas y comodinas diputaciones plurinominales. Los cálculos internos del PRI dicen que podrían meter a San Lázaro hasta 55 diputados de representación proporcional, partiendo de que ganarán 200 distritos en las votaciones de mayoría. De ser así, el número resulta claramente insuficiente para la cantidad de aspirantes y tiradores que buscan asegurarse una curul por la vía pluri. Y ahí es donde la tensión aumenta ante lo escaso e insuficiente de los espacios.
Beatriz hace su juego y busca colocar a la mayoría de sus colaboradores cercanos en los primeros sitios de cada circunscripción. Las estimaciones dicen que entrarán sólo los 10 u 11 primeros de las listas, y la lideresa nacional quiere colocar la mayoría de piezas para poder realizar su estrategia, consistente en llegar ella como diputada, colocar en la coordinación parlamentaria a un incondicional suyo, y de esa manera controlar la bancada priísta sin tener que renunciar a la presidencia nacional del PRI.
Pero hay también varios ex gobernadores que podrían disputarle a Beatriz y a su grupo esa coordinación: lo mismo el apuntado Emilio Chuayffet que Manuel Ángel Núñez Soto, Tomás Yarrington —si lo deja llegar finalmente el gobernador Eugenio Hernández—, o varios más que tendrían el perfil para buscar ser coordinadores.
El caso de Chuayffet podría ser un dolor de cabeza para el gobernador Peña Nieto, quien al parecer no está muy contento con la eventual postulación del mexiquense. Y aunque el ex secretario de Gobernación dice, vehemente como es, que “yo voy a ser diputado, voy a ganar mi distrito y volveré a ser coordinador”, aún está por verse si el gobernador, en su alianza con Beltrones y sabedor del fuerte pleito que el sonorense tiene con Chuayffet, no decide frenar a Emilio.
En el afán de romperle a Beatriz su estrategia de control, Manlio y Peña buscaron incluso a
Roberto Madrazo, a quien pidieron que se apuntara como candidato y le ofrecieron el apoyo para garantizarle una curul. Necesitamos, le pedían al tabasqueño, que nos ayudes a equilibrar las cosas en la bancada para que Beatriz no se quede con todo. Madrazo se tomó un tiempo para pensarlo y, según dicen cercanos suyos, les respondió al senador y al gobernador mexiquense que no tenía intenciones de volver al Congreso. “Yo ya terminé”, comentó Madrazo a sus allegados.Pero si bien el jaloneo principal está entre esa tríada que se dividió en dos bloques, también hay otros factores de poder que reclaman sus espacios. Los gobernadores están pidiendo al menos tres de los 10 lugares primeros en las listas. Además están los sectores y organizaciones priístas, a los que se les están garantizando los primeros tres o cuatro lugares de los listados plurinominales.
Así que un simple cálculo aritmético confirma que los espacios no serán suficientes para los grupos priístas y necesariamente la tensión crecerá, aunque hasta ahora los
priístas siguen siendo capaces de procesar soterradamente el golpeteo interno que, conforme se acerque el mes de marzo y tengan que terminarse las listas de los pluris, subirá de nivel y pondrá a prueba la cacareada y cuidada “unidad del PRI”. NOTAS INDISCRETAS... Mal momento parece haber escogido Elba Esther Gordillo para presionar al presidente Calderón con un exigente pliego petitorio. En medio de una crisis económica y con todas las tensiones que eso significa, la maestra lanzó casi un emplazamiento a Los Pinos para que cumplan las peticiones de su gremio o amaga con desquiciar al país si no se cumplen sus caprichos. El problema es que Gordillo quiere el oro y el moro: 90 días de aguinaldo para los maestros, dinero para créditos y bonos extraordinarios son otras de las exigencias de Elba en el pliego que entregó al gobierno calderonista. El problema es que la maestra no acaba aún de salir de sus escandalosos despilfarros, por el asunto de las Hummer que regaló a los dirigentes sindicales y después tuvo que inventar una rifa al ser exhibida su generosidad caciquil. ¿Para eso quiere más recursos?, se preguntan ya en Los Pinos. Para colmo, su liderazgo se ve desde hace rato tocado dentro del SNTE, al grado de que no pudo remover, cuando lo intentó, al profesor Rafael Ochoa, que hoy tiene la lealtad de la mayoría de las secciones. Sus hijas y su yerno, Fernando González, tampoco pudieron tomar el control del sindicato y varios de sus ahijados políticos se le han rebelado, como Jorge Kahwagi, que se negó a acatar su orden de dejar la presidencia del Panal. Del caso de Francisco Yáñez aún habrá que ver, porque si bien la maestra parece decidida a aplastar al ex director de la Lotería, y ya le tiró su nombramiento como representante de Nafin en Washington, además de que le prepara una denuncia penal para rematarlo, no hay que olvidar que si alguien conoce los turbios y opacos manejos financieros de los millones de pesos que se mueven en el liderazgo vitalicio de Gordillo, ese es el defenestrado Yáñez. Así que ya se verá si Calderón vuelve a ceder a las presiones de la maestra que, otra vez, demuestra que la educación es lo que menos importa, cuando se trata de conservar privilegios y recursos de su liderazgo… Escalera doble para el primer puente del año. Dados al cajón.
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